
SED DE BARRIL
Todo el mundo lo entiende, porque todo el mundo lo entiende.

From IV to Oh Yeah
La semilla de la idea de la mochila de hidratación se plantó en 1989 durante la carrera ciclista “Hotter’N Hell 100”. En un momento de inspiración provocado por la sed, Michael Eidson, un técnico de emergencias médicas que posteriormente sería el fundador de Camelbak, rellenó una bolsa intrevenosa con agua, la deslizó dentro de un calcetín, y metió el tosco paquete en el bolsillo trasero de su maillot. En eso momento -con un tubo al hombro sujeto con una pinza en el extremo- nacía la hidratación manos libres y Camelbak.
¿Saciar la sed con una sencilla solución sobre la marcha inspirada por un gotero?Todo el mundo lo entiende, porque todo el mundo lo entiende.
Déjalo todo
Jeff Wemmer, un ciclista de competición, quedó tan impresionado con este ingenioso producto que empezó a llevar mochilas a las carreras para venderlas. Su pasión era irresistible —Camelbak no tuvo más remedio que contratarlo— y en 1993, Jeff emprendió un viaje por carretera para ayudar a esta pujante startup a consolidarse en un terreno inestable y seco. Jeff visitó tiendas de bicicletas desde Florida hasta California, presentando nuestro producto desde la parte trasera de su motocicleta. Cada pedido que Jeff enviaba por fax a la fábrica acercaba a CamelBak a su objetivo: ser la marca líder en hidratación para llevar.


Trabajos hidráulicos
La sed es un poderoso motor, y poder saciarla en el momento justo puede alegrarte el día o arruinarlo. Ha llovido mucho desde aquellos tiempos en que éramos una bolsa intravenosa de suero dentro un calcetín y un equipo de ventas de una sola persona en motocicleta, pero nuestros valores fundamentales siguen siendo los mismos. Creemos que se necesita valentía, convicción e imaginación para ofrecer productos innovadores que sacien tu sed de rendimiento y nuestra sed de mejorar. Desde la invención de la categoría de hidratación hasta convertirnos en el fabricante líder mundial de soluciones de hidratación, mantenemos nuestro firme compromiso con la satisfacción de la necesidad humana más básica: la sed.